Etiqueta: Tomo II Buscando tesoros

  • Los brazos abiertos de una abuelita

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros       «En fin, hágame el favor de alistar sus cositas, mire que ando con afán, pues ya están por llegar. Yo ya te hice el favor de llamar al terminal con la niña Alicia y ella te va a colaborar con tu tiquete…

  • La ternura de una abuela llamada Katalina

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros       Extrañaba profunda y desesperadamente a su mamá, sobre todo en momentos como estos, al encontrarse a solas con el desinterés de sus abuelos. Se sentía atrapada en una situación sin salida. ¡Cuánto echaba de menos las mañanas en la casa cuando aún…

  • La nieta del fin de semana

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros       Extrañaba profunda y desesperadamente a su mamá, sobre todo en momentos como estos, al encontrarse a solas con el desinterés de sus abuelos. Se sentía atrapada en una situación sin salida. ¡Cuánto echaba de menos las mañanas en la casa cuando aún…

  • Los parasoles multicolor de Inés

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros       Cuando Dora llegaba, ella inmediatamente buscaba a Inés, pues sabía bien que estaría ahí esperándola con una sonrisa afectuosa, un abrazo cariñoso y un beso de saludo. Dora sabía que, a su abuela le preocupaba la actitud de los abuelos paternos; pero…

  • Camino al Terminalito

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros      Lo mejor de ir a ese café, consistía sin la menor duda, en la bienvenida tan afectuosa, con la que Dayana recibía a Dora al llegar. Ella siempre se mostraba exageradamente buena y atenta con la niña. Dayana, una hermosa mujer joven, la…

  • Comiendo helados en el café

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros      En San Gil, a un par de cuadras de la plaza de mercado, se encontraba el Río Fonce. Lo atravesaba un puente de acero pintado en color amarillo, donde la carretera a Piedecuesta y Bucaramanga, la capital del departamento, cruzaba el río y…

  • Al regresar del mercado

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros      Era ésta, la que contenía el portón de acceso a la casa; resguardado como en la mayoría de las casas, por los amplios aleros sobresalientes, pintados del mismo color de las fachadas. Ellos ofrecían una generosa sombra por las mañanas y durante los…

  • Una calle empinada

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros      La casa de su abuela, se encontraba situada tan solo a un par de cuadras del parque central de San Gil. Pequeño, pero acogedor, el fresco parque con sus fondas y cafés de mesas sobre las amplias aceras, se constituía en un centro…

  • Una abuela llamada Inés

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros      San Gil se encuentra a un poco más de sesenta kilómetros al sur de Bucaramanga, a vuelo de pájaro o en línea recta. El bus a Bogotá hacía ese recorrido de asombrosos paisajes santanderianos, en algo más de dos horas de pronunciadas y…

  • La pequeña Dora

    La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros Le tocó a Dora ser la primera en aventurarse por esos senderos de las nuevas experiencias prohibidas. Desde niña ella era la más audaz y la progenitora de las ideas entre las tres amigas inseparables. Dora tomaba su papel como la autora intelectual de las…

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