La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros
Ciudad de Arequipa, Arequipa, Perú
«Ya te iremos presentando a los integrantes de la familia, carnalito. Por ejemplo, a Dalila, quien es nuestra mujer más fuerte del mundo» comentó Oswaldo, el mayor de los hermanos, quien lucía un enorme bigote tan negro como su cabello.
«Y sí loco, ella te puede levantar sobre su cabeza, con una mano en la cintura. Luego te gira como si fueras un aspa de helicóptero, mientras recita un verso de Sor Juana Inés». Jerónimo, de bigote castaño, al ver la cara de Oscar, interpuso riendo. «Pero si vieras su carácter, cómo es de dulce esa chamacona; Dalila es más tierna que un lindo gatito recién bañado».
«Ella está casada con Odín, nuestro fabuloso hombre bala. A Odín lo metemos dentro de un cañón y, ¡lo disparamos! Puff… hacia el centro de la pista. Cae rebotando en una red, y del mismo rebote, vuelve a volar hasta alcanzar el trapecio más bajo, el que llamamos un trapecio aéreo, y es en forma de un anillo. Porque Odín, más allá de ser el hombre bala, junto con Marianita Marroqui, forma un acto espectacular… los trapecios de altura. ¡Esos sí… que están requeté altos mi buen!».
Gabriel interrumpió exaltado: «Una vez que alcanza a sujetarse del trapecio aéreo, se luce con una secuencia de acrobacias, indescriptibles y desafiantes a la misma imaginación, la pura neta. Ahí nos enganchamos al público, caen redonditos y directo a la buchaca, manito».
«Todo está perfectamente planeado y arreglado. Mientras él distrae al público, Mariana muy discretamente asciende hasta la plataforma de los trapecios de altura, los reflectores centrados sobre Odín, para que nadie la agarre en la movida, mientras trepa la escalerota hasta arriba… éstos están a los doce metros, mi querido Oscar. Me canso, ganso, que tú te me desmayas al ver para abajo…».