La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros
Miraflores, Lima, Perú
Gabriel dejó de reír, para contestarle con toda seriedad:
«Ay manito, si supieras en las que ando metido, Al escuchar lo que acabas de decir, pues qué quieres, me ganó la risa». Cuando vio la cara de interrogación de Oscar, continuó diciendo,
«Lo que sucede Oscarito, es que tu comentario está tan de acuerdo con la razón de mi viaje a Lima… mira para no hacerla de emoción, deja y te cuento porqué vine a esta ciudad. En nuestro circo, ni creas que tenemos los animales clásicos del espectáculo, los típicos que traen todos los demás. Cuando lo empezó mi abuelo, era así, tenía elefantes, leones y pa’ que te digo que no, si sí, el abuelo y sus hermanos se traían: ¡toda una jauría cirquera, mano!», con lo cual, se volvió a atacar de risa por unos escasos momentos.
«Nosotros nos ha llamado la atención cambiar el espectáculo. Nuestra propuesta consiste en un circo de calidad, radicalmente diferente. Queremos alcanzar un nivel de excelencia dentro del mundo de la farándula. Nuestra proposición, más bien se encuentra orientada a una exhibición de caballos finos y de primerísimo nivel, debidamente amaestrados claro, pues el show debe continuar y el público busca entretenimiento».
«Tenemos una colección de caballos, todos ellos de raza, algunos cuantos son ejemplares hermosos pura sangre. No te la creerías, al ver los animalitos que tenemos, mano. ¡El más chimuelo masca tornillos! Claro que están muy bien educaditos. Mira carnal, cada número se encuentra perfectamente orquestado y coreografiado. Eso sí, nada de maltrato al trabajar con ellos, ni violencia, es más, para acabar pronto, ¡se les trata mejor que a mí! Los consideramos como actores y los vieras como hacen toda suerte de monadas, como buenos cuaquitos de exhibición, Además, tenemos todo un show de entretenimiento, girando alrededor de ellos».