Salud por la rosca


La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros

 


El barco Andador peatonal, Miraflores, Lima, Perú
El barco
Andador peatonal, Miraflores, Lima, Perú

«Salud, por la rosca, que por lo que me dices, nada como pasársela enroscado en este mundo», brindo irónicamente Gabriel.
«Por ahora, estoy contento conociendo el mundo», comentó Oscar. «He trabajado por poco más de treinta meses y en varias partes de Ecuador. En todo este tiempo he ido aprendiendo mucho. Siento que cada persona me ha dejado una lección y además, una parte importante de sí. Esto todavía lo puedo hacer a mi edad. Me considero joven, salvo tu mejor opinión y si no lo hago ahora, quizá nunca se presente de nuevo la oportunidad. Por lo pronto; no tengo ni destino, ni rumbo, ni siquiera un perro que me ladre, mi estimado Gabriel.

Pero indiscutiblemente, he aprendido el arte de ser jefe de mí mismo. Tal vez nunca siente cabeza, tal cual, como me piden los muy ocasionales correos que recibo de mi madre» comentó esa noche, mientras disfrutaban de una botella de un excelente vino chileno.

     Llevaban cuatro noches compartiendo la cena, acompañadas de largas horas de conversación durante la sobremesa. En poco tiempo, se conocieron relativamente bien, sin embargo, hasta ese punto, Gabriel no había revelado porqué se encontraba en Lima.

     Ante ese último comentario, Gabriel se extendió en una risa larga, franca y espontánea. Oscar, por un momento, se desconcertó, para después comenzar a reír junto con Gabriel y al final preguntar de qué se reían.


 

English version            Capítulos Buscando Tesoros           Comprar el libro


Deja un comentario

This site is protected by wp-copyrightpro.com