La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros
Y finalmente, fueron esos mismos caminos de la Amazonía ecuatoriana, lo que deambulaban por los jardines encantados de luz verde, los que lo condujeron en su peregrinar hasta la frontera con Perú.
En ocasiones, es difícil decidir si nuestros caminos en la vida se bifurcan por casualidad, o tal vez, son sencillamente los andares del destino, quienes nos arrastran en nuestro recorrido y sin pedir nuestra opinión.
Esta pregunta es totalmente válida para esa noche en lo particular. La noche cuando Oscar se encontraba despreocupadamente cenando en su hotel en Lima y conoció ya sea fortuitamente o por destino a Gabriel Perez, un empresario mexicano, coincidiendo ambos esa noche… en ese mismo hotel.