Contemplando los paisajes de una corta vida


La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros


Los paisajes del cañón Cañón del Chicamocha, Santander, Colombia
Los paisajes del cañón
Cañón del Chicamocha, Santander, Colombia

      Igualmente, ya fuera para el almuerzo o para el desayuno, Dora paraba con mucho gusto, para comer algo delicioso en Los Gemelos, a mitad del camino. Para ella, ese momento, consistía en mucho más que un reposo para tomar sus alimentos.

     ¡Esa vista espectacular que ofrecía el lugar! Por un momento, el formar parte de los espacios abiertos y de la vista desde la cima ¡el mundo allá abajo, a sus pies! ¡La libertad! Dejar de ser el caso especial en la escuela, esa que trataban como si fuera de cristal y a punto de romperse. No ser la pobrecita a la que se murió su madre. ¡La liberación! De no llegar a la finca cuando sus tíos estuvieran ausentes por alguno de sus ocasionales viajes y así, poder compartir alegres momentos con ellos. ¡La esperanza! De llegar a su cuartico en su casa con Inés: pequeño, modesto, pero suyo; ni más, ni menos ¡La alegría!… ¿Y quién fue el bobo que dijo: ¡Los niños la tienen fácil!?

     En Barichara, sus abuelos: Abundio y Katalina Arango, mantenían una finca de café. Se encontraba a escasos quince minutos de caminata, y eso, a un paso pausado desde el centro del pueblo donde la dejaba la busetica.

     Barichara es uno de los pueblos más pintorescos del noroeste del país, enclavado en las montañas del Departamento de Santander. Pero más allá, se le podría llegar a considerar como uno de los pueblos más bonitos de Colombia. Dora desde pequeña lo disfrutaba mucho. Sobre todo, le encantaba caminar sus calles empedradas, por debajo de las frescas sombras que brindaban los espaciosos aleros, con sus vivos colores, sobresaliendo de los techos de tejas rojizas.


 

English version            Capítulos Buscando Tesoros           Comprar el libro


Deja un comentario

This site is protected by wp-copyrightpro.com