Una almohada rellena con pendientes


La nieta de fin de semana del libro Buscando tesoros


La finca Santa Rosa de Osos, Antioquia, Colombia
La finca      Santa Rosa de Osos, Antioquia, Colombia

«Nunca te he dicho cómo murió tu abuelo Diego. Tal vez es tiempo de hablarlo. Apenas tendríamos unos tres años de casados. Yo para entonces, había ya cumplido los veintitrés añicos. Nuestra finca era pequeña, no creas ni por un momento, que éramos ricos, ni hacendados. Teníamos tres trabajadores, unos muchachos que por desgracia habían quedado huérfanos. El mayor se llamaba Miguel, después seguía Adrián y el menor se llamaba Danielito. Entre tu abuelo y ellos tres, se trabajaban la finca y vaya que el trabajo de finca nunca termina. Decía tu abuelo, los pendientes de la finca, mija, son la almohada donde pongo la cabeza por las noches, ni dormido me los saco de encima.».

     «Donde vivíamos se encontraba muy solo, a unas tres horas caminando se encontraba la vereda Pueblo Rico, ahí vivían unas veinte familias. Los vecinos más cercanos, no se alcanzaban a ver desde la casa y mucho menos a escuchar. Teníamos entonces una casa pequeña, pero vieras que tan linda. Sus paredes estaban hechas de adobe y mucha guada por donde quiera. Teníamos una gran cantidad de maceticas con flores para adornar sus balcones, es una lástima que los tiempos no se puedan adornar tan fácilmente como los balcones. En esos tiempos, se habían puesto muy calientica la situación en los alrededores, debido a los constantes encuentros entre los conservadores y liberales. Éstos en ocasiones eran muy tenaces y de más de violentos. Nosotros viviendo casi en despoblado, pues nos encontrábamos muy expuestos a sus visitas inesperadas, sobre todo por las noches, Avemaría, mija».


 

English version            Capítulos Buscando Tesoros           Comprar el libro


Deja un comentario

This site is protected by wp-copyrightpro.com