Desde siempre, el mundo visto de las alturas, le parecía fascinante
Amor por siempre Rue de Rivoli, Paris Francia
Cuando bebé, Magnífico mostró ciertas habilidades desde una sorprendente edad muy temprana. A los quince meses, por ejemplo, no tan solamente caminaba, sino él ya brincaba disfrutando de dar tremendos saltos y se le veía siguiendo los pasos de su padre por todas partes. Esto lo hacía con una facilidad impresionante.
Café y vino Barrio Latino, París, Francia
A los dos años se ganó el apodo de Parlanchín, pues no contento con hablar, se mostraba inquisitivo, siempre con una nueva pregunta en la lengua y con una curiosidad insaciable, queriendo saber más acerca del mundo de la finca donde vivía.
Tal vez lo más notable en su desarrollo, fue la facilidad innata que mostraba para subirse a todo lo que se encontraba a su alrededor y lo condujera hacia las alturas, por encima del mundo habitual donde se desenvolvía tan cómodamente.
Su madre, nunca olvidó aquella mañana cuando lo encontró sentado en lo más alto de una escalera, Ésta, se encontraba recargada contra la pared de atrás del cobertizo.