Alegremente navegan los océanos de sus vidas, bellos veleritos de vivos colores e impulsados por los caprichosos vientos de sus desconocidos destinos…
En ocasiones, es difícil decidir si nuestros caminos en la vida se bifurcan por casualidad, o tal vez, son sencillamente los andares del destino, quienes nos arrastran en nuestro recorrido y sin pedir nuestra opinión.
Esta pregunta es totalmente válida para esa noche en lo particular. La noche cuando Oscar se encontraba despreocupadamente cenando en su hotel en Lima
y conoció ya sea fortuitamente o por destino a Gabriel Pérez, un empresario mexicano, coincidiendo ambos esa noche… en ese mismo hotel.
Los cuentos En Inglés Comprar Facebook