Capítulo V De tristes poetas enamorados
—¡Jairito! ¿Vos de qué hablás? —le amonestaría suavemente la abuela, ante lo cual, el abuelo le dirigiría una mirada de amor y un profundo suspiro—. No lo puedo creer, otra vez con la misma cantaleta, vos.
Al abuelo se le iluminaba la cara y seguía después de sonreírle socarronamente a la abuela:
—Y así lo tienen pues, al pobre poeta atarantado de amor, esperándola impaciente por las mañanas, pa ‘comprarle los mariscos que ella andaba y cualquier otra cosita que, además… ¡de su Santa Voluntad le quisiera vender!
English version Capítulos de En tierra de volcanes Comprar el libro