Hay quienes no arriesgan nada en la vida, se les conoce como cautos; se le reconoce porque jamás les crecen sus alas.
Cuando Carito iba a cumplir seis años, anunció que su suerte iba a cambiar, pues el Baloto y la Lotería de Manizales se rifaban en el cumpleaños de la niña.
Seguro de ganar, apostó todos sus ahorros y hasta pidió prestado. Cuál sería la sorpresa de todos, empezando por su padre, cuando sacó los premios en ambos.
Cuál sería la sorpresa de todos, empezando por su padre, cuando sacó los premios en ambos. No cabía en sí de la felicidad y los padres decidieron comprar una finca, en un clima más templado donde no hiciera tanto calor.