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buscándose a sí mismo
—¿Y qué es lo que buscaba? —sonrió al contestar—. Bien pudiera decir que me buscaba a mí mismo, pero eso no es lo cierto. Creo que, a diferencia de otras personas, yo nunca me he perdido a mí mismo y siempre he sabido en dónde me puedo encontrar. Los cuentos …
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La búsqueda
—Le diré que es curioso que me lo pregunte. Es curioso porque sobre ese tema reflexionaba justamente antes de comenzar a conversar con ustedes La cuestión es que en el fondo creo que todos estos viajes han sido motivados por una búsqueda —Doña Eudalia se había levantado de su asiento. Se encontraba de pie apoyándose…
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lo más hermoso
—¿Lo más hermoso que he visto? —Por un momento se quedó pensativo, considerando con cuidadosa atención la pregunta, Centro histórico Calles de Ibarra, Imbabura, Ecuador la vista fija en una fotografía de la iglesia, tomada desde el parque, con el cielo despejado de nubes y que Simón tenía colgada a un lado…
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En el comedor de Doña Eudalia
Los pasajeros descendían hambrientos, apurando las sopas y los guisados calientes que repartían las ayudantes uniformadas en blanco aséptico de Doña Eudalia, quien, desde su puesto, atrás de la caja registradora, se encontraba siempre atenta a cada detalle, cobrando las comidas y las entradas a los baños). Los cuentos …
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Doña Eudalia
Se trataba ni más ni menos de Doña Eudalia, quién se había logrado atrincherar en una mesa junto con sus ayudantes uniformadas uniformadas (los autobuses en su recorrido diario desde la lejana frontera, paraban durante media hora frente a su lonchería, situada una cuadra y media atrás de la iglesia y junto al…
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Una pausa
Pareciera que el extranjero cargaba con una sed a punto de insaciable, pues tomó la botella de aguardiente y se sirvió otro trago más. Simón le puse enfrente un nuevo plato con más gajos de naranja y una cerveza llena. Mientras degustaba lentamente su trago, se escuchó una voz que provenía de una…
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De las mujeres enamoradas y desenamoradas
Más de una vi cómo se enamoraba, de acuerdo a las convicciones que se tenían para ello y según el lugar del mundo donde vivían. Y a más de una he visto cómo se desenamoraba, también según las convicciones de sus congéneres respecto al tema. Las historias …
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Las mujeres las he visto
—Las mujeres las he visto también de muchos colores. He visto tierras donde gustan de ser gordas, acumulando kilos de cuerpo al paso de años comiendo. Las he visto tan delgadas, que parece que la comida no llega a sus lugares, menos a sus entrañas. De rostros negros y de rostros rubios… Las historias …
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silencio en la fonda
El forastero se quedó momentáneamente pensativo, mientras daba pequeños sorbos a su cerveza. Más de la mitad de los presentes se había concentrado de pie alrededor de la barra y observaban, también pensativos, al viajero. El señor cura ya se había instalado en uno de los bancos de la barra, mientras Simón le traía un…
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De las sonrisas y de los llantos
—De cosas de los hombres he visto más que un amplio repertorio: Los he visto reír, con caras de color canela o pieles tan blancas que parece que se transparentan. Los he…