Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños      Mientras sobrevolábamos Granada, no pude dejar de admirar la ciudad. Vista desde el aire era hermosa, con su parque central tan arbolado y las sombras que se apreciaban frescas, las iglesias desparramadas por sus calles, sus majestuosas edificaciones coloniales asentadas en esas…

Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños       —¿Ves ese volcán por allá? —Y apuntó al sur. Efectivamente había un volcán muy alto que sobresalía de la planicie en la que se encontraba enclavado—. A ese tipo le dicen el Mombacho. Han pasado muchos años desde su última erupción…

Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños      El abuelo me indicó una península de grandes dimensiones proyectándose hacia el interior del lago. Por todos lados, se encontraba rodeada de una gran cantidad de islas de diferentes formas y tamaños.      —¿Observás esa gran cantidad de piedras alrededor de…

Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños      A la izquierda, se comenzó a asomar tímidamente el cráter de la laguna de Apoyo. Se mostraba bañado en una esplendorosa gama de luces de impresionante colorido y sus aguas se pintaban en tonalidades vibrantes que comenzaban en matices de azules profundamente…

Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños       —¿Y la serpiente?      —Ese fue el problema mija. También se olvidó de ella. Imaginate, nada más, la dejó amarrada al tronco del palo seco. Al paso del tiempo, la pobre serpiente comenzó a llorar de la desesperación. ¿Bueno no…

Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños  —Conque esas tenemos, china. ¿Y qué tal si él estaba horriblemente feo, que te parecería enamorarte de un príncipe grotesco, quizás hasta barrigón de tantas cervezas y por si fuera poco, hasta medio calvo? Imaginate bicha que romántico. La Chinita Díaz enamorada del Príncipe…

Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños      —Ay abuelo, tienes toda la razón, no te creo para nada, ¿me estás tomando el pelo? —Con el abuelo nunca se sabía cuándo hablaba en serio y cuando no.      —Jamás, todavía me queda suficiente pelo, sin tener que pedirte prestado…

Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños      —Callate bicha y mirá. Ese barrio residencial a la derecha de la península es ciudad Sandino. Si te acordás quien fue Sandino, ¿o no? Cuando, hace años de esto, los Marines de los EU ocupaban Nicaragua, de nuevo, Sandino los corrió a…

Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños      —Mirá china, ¿qué ves a tu derecha, hacia el occidente?      —Es una gran península con dos lagos, epa… abuelo, más bien es un volcán muy grande con dos cráteres —contesté con toda seguridad, pues desde la altura se diferenciaba perfectamente…

Capítulo XII. De la costa atlántica y de sus piratas caribeños      Más tarde, el abuelo mencionó de paso, cómo les había comentado entre otras, que después de diez y ocho hijos nada le espantaba y ya lo había visto todo (¡seguramente más que mi maestra, sin duda alguna!). De ninguna manera hablaban con…