Mes: noviembre 2017

  • Pa’ morirse… no hay prisa

    Capítulo 3… Las cotorras de Chinandega —Pero abuelo, si yo no recuerdo tías con esos nombres tan raros. ¿Ya murieron abuelo? —pregunté extrañada (con esos nombres… de seguro las hubiera reconocido). —De que murieron, eso lo podés tener por cierto. Solamente eso faltaría vos, imaginate las cotorras rondando las calles como si fueran las cotorras…

  • Dos huevos tibios por la mañana

    Dos huevos tibios por la mañana

    Para él, sus rutinas eran el equivalente espiritual  a rezar en la iglesia y así resguardarse de toda novedad, sorpresa o imprevisto que penetrara  en el confortable vacío de su vida… «Con esto en mente, le describiré una de sus rutinas matutinas… Como le mencioné, los lunes, miércoles y viernes, gustaba desayunar dos huevos tibios».…

  • Cabos, sargentos y las abuelas

    Cabos, sargentos y las abuelas

    Le gustaba que pensaran por el, sentía la seguridad de recibir órdenes, se deleitaba en desfilar con sus compañeros avanzando en perfecto orden sincronizado, sin adelantarse ni mucho menos en cada uno de los tiempos, orgullosamente portando la ondulante bandera al hombro…    (Lápida de un cabo desconocido) «Espero no aburrirla hasta el cansancio y…

  • Y de los cachetes, además

    Capítulo 3… Las cotorras de Chinandega  —Pues sí y no; en mi caso, como no era héroe, ni tampoco era un cuento de hadas…Fijate nada más como resultaban las cosas. Había que plantearles un beso para pasar por enfrente de ellas, ¡y de cachete, además! Imaginate vos, la injusticia de la vida tan cruel. —Eso…

  • Tejiendo rutinas

    Tejiendo rutinas

    Desde su rincón en una viga alta del techo de doble altura, la araña tejía silenciosamente mientras observaba a los humanos debajo de ella, desenvolviéndose en sus incomprensibles actividades cotidianas. «De mi abuela hay poco que narrar, ya que su vida fue tan parca como sus conversaciones. Pasaba sus días callada, sentada en una mecedora…

  • Las ilusiones de la vida

    Las ilusiones de la vida

    Persigue tus sueños, antes de que se te vayan Ruby Tuesday, The Rolling Stones «Claro está que cuando se decidió que dejara la casa de mi padre en Londres y me fuera a Rugby a vivir con mis abuelos, recibí la noticia con una inmensa alegría. Difícilmente se imaginará el alivio que sentí en el…

  • En la búsqueda de una golosina

    Capítulo 3… Las cotorras de Chinandega —Fijate vos, el argüende solo para llegar a la venta «La Esperanza», la de doña Lencha, a menos de ochenta varas de la casa, ahí donde se encontraban todas las golosinas y los dulces del mundo entero. Primero, pasaba por la carpintería que se encontraba cabal a la par…

  • Cambios inesperados

    Cambios inesperados

    Qué difícil, dejar todo atrás con tal de comenzar una nueva vida… «El mundo avanzaba por fuera de las paredes que delimitaban mi prisión, pero adentro… todo se mantenía tan inmóvil e inmutable como las verdades absolutas de Parménides que tantas discusiones han causado entre los hombres. Me encontraba cautivo dentro de un universo carente…

  • Un mundo sin risas

    Un mundo sin risas

    Por las noches retozaba en la cama, dando de vueltas de un lado para otro, inquieta y angustiada de que tal vez en ese momento, alguien se atreviera a pasar un buen rato… Serie Foundation, Issac Asimov «Usted no conoció a mi querida celadora y créame que le hablo de una experiencia que tampoco se…

  • Las bicicletas del pueblo

    Capítulo 3… Las cotorras de Chinandega —Pue sí, mi chinita, cuando yo tenía más o menos tu edad, crecí allá en Chinandega. Se podría decir vos, que conocía a todos los del pueblo, (o sí no los demás del pueblo, sí que sabían de mí) desde los arrugaditos por estar recién nacidos, hasta los que…

This site is protected by wp-copyrightpro.com