En la vida hay quienes abren los nuevos caminos y quienes los siguen
Sucre, Chuquisaca, Bolivia
Finalmente, con un suspiro interno que no se llegó a materializar al exterior, el padre de Angélica se preparó para comenzar a exponer a su hija, posiblemente una batalla perdida antes de comenzar, las razones por las cuales a las niñas les quedaban vedadas las incursiones a los sacrosantos terrenos prohibidos del violín…
Sin embargo, esta explicación no se materializó. La niña interrumpió su discurso, tal cual sucede tan frecuentemente con los niños, quienes muestran esa prodigiosa manera de centrar a los adultos y abrirles de nueva cuenta el mundo de una manera fresca, tal y como lo concebían antes olvidarse de su indiscutible magia y sencillez…
Sucre, Chuquisaca, Bolivia
«Papito, sumercé se fijó cómo los demás instrumentos seguían al violín».
«¿Cómo dice, mija?», preguntó desconcertado su padre, pues él se encontraba abstraído buscando los argumentos persuasivos que apoyaron su propuesta del piano para la niña…
«Sí papito, es muy sencillo. Vea, al violín lo seguían los demás, como en cuando jugamos entre mis amigos allá en Chiquinquirá. Y en eso juegos, papito, yo siempre soy la líder. Así es como dice mi mamá, ¿cierto que sí mamita?
Sucre, Chuquisaca, Bolivia
«Pues mire usted Papito, cuando estaba escuchando ese violín, me pareció que igualito a cuando juego con mis amigos, los otros instrumentos pueden seguirme a mí con mi violín. Así, jugamos todos juntos a la música, como le hicieron esos señores hace ratico en la iglesia. ¿Cómo le parece?».
Su padre y su madre se vieron uno al otro sin saber que responder ante la franca determinación de esa pequeña que no admitía la posibilidad de negociaciones, pues su decisión ya estaba tomada y no habría un solo pero que se le interpusiera…
Sucre, Chuquisaca, Bolivia
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