Nuevos propósitos

Parque Hundido Ciudad de México CDMX, México

Si no puedes con ellos, entonces… dales la vuelta

Bicicletas en el parque Ciudad de México, CDMX, México
Bicicletas en el parque           Ciudad de México, CDMX, México

Todo ese día, Camila estuvo muy pensativa, considerando diferentes estrategias y posibilidades. Finalmente, decidida esperó tranquila la hora de la cena. Ese sábado, como todos los sábados, la familia acostumbraba comer un poco más temprano y disfrutar juntos de la tranquilidad de la noche. Mientras comían, Camila se mantuvo muy callada, sin participar en la conversación, ni siquiera con la mirada. Su madre la observaba de reojo, de vez en cuando, sin comentar.

Al terminar su comida y aprovechando un silencio, Camila se dirigió a su Apá, con su voz respetuosa, sin embargo, firme.

La instalación Ciudad de México, CDMX, México
La instalación           Ciudad de México, CDMX, México

“Señor, he estado pensando en cómo colaborar mejor y rendir más en mis quehaceres de la finca. Con su permiso, he decidido hacer a un lado mis lecturas, pues, como su mercé me ha hecho ver, el mundo de papel me distrae del mundo real, y más importante, de las gallinas y las mazorcas de maíz. Cómo le parece que, a partir del lunes, puedo dejar de asistir a la escuela, pues es una perdedera de tiempo. Leer, escribir y pensar son actividades infantiles y me distraen de mis labores y de mis responsabilidades».

Los papás de Camila se quedaron estupefactos. La niña, tranquila sin agredir, se mostraba totalmente determinada en sus planes. Su Amá estaba por contestar, cuando antes de que la pudiera interrumpir, continuó diciendo:

“Claro, si su mercé me colabora y me hace el favor de enseñarme cómo puedo ser más productiva, yo con mucho gusto le hago caso, Apá. Siendo tan niña, no me da la cabeza, ni soy capaz, de encontrar yo sola cómo mejorar mis labores. Con su permiso, me retiro temprano para recoger mis libros y guardarlos».

 Ciudad de México, CDMX, México
La fuente sobre Avenida Insurgentes            Ciudad de México, CDMX, México

Sin darles tiempo a reaccionar, Camila se retiró a su habitación y se quedó muy pensativa. Mientras, en la mesa se desató una discusión entre los dos.

«Pero como así, ¿qué ideas le metió en la cabeza a esa culicagada, señora?» Preguntó desconcertado, el padre de Camila.

«¡Ah! Ahora, resulta que yo soy la culpable de este enredo. ¡Vea lo bonito que se las gasta su mercé… ¡ Y, ¿quién se la vive diciendo que la niña tiene la cabeza metida en otro mundo, pues?».

Parque Hundido Ciudad de México CDMX, México
Parque Hundido           Ciudad de México CDMX, México

 

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