Y desde pequeño, optó por los grandes vuelos de las alturas donde residía su fértil imaginación
Su padre al escuchar el griterío y tremendo alboroto, salió corriendo y no pudo dejar de admirar la facilidad y rapidez con la cual bajó.
No obstante, sin más remedio y para evitar problemas con su querida Señora, colaboró en la llamada de la atención del niño, a pesar de qué por dentro, se encontraba francamente admirado de su destreza.
Después en privado, le preguntó desde cuando se subía a la escalera y se sorprendió del cúmulo de novedades que descubrió entre las habilidades desconocidas de su joven hijo.