El Cazador


Así, conocía los cuándos y los dóndes de cualesquiera de los sitios en en que se pudiera encontrar parado en cualquiera de sus momentos


Y efectivamente, en ese preciso instante, justamente por enfrente de Magnífico, se encontraba el Cazador. Sus siete estrellas formaban su legendario arco infalible, el cual jamás fallaba la flecha certera, siempre encontrando puntualmente su cometido. Fácilmente, igual se advertían claramente las estrellas que formaban su cinturón magníficamente adornado, perfectamente distinguibles, si uno sabía dónde buscar.

Vista al puente Pont Alesandre III, Parìs, Francia
Vista al puente           Pont Alesandre III, Paris, Francia

Curiosamente, en esa mañana se encontraban las estrellas totalmente fuera de su lugar. Pues si ayer mismo, cuando salió de la casa, más tarde por supuesto, El Cazador se distinguía claramente cerca del horizonte, a punto de retirarse a dormir, y ahora, en este momento, se encontraba posicionado directamente arriba de él, hacia el centro de la bóveda celeste, aún a un largo trecho de su destino dentro de esa oscura noche.

Meditaciòn Parìs, Francia

Meditación          Parìs, Francia


Al niño no le sorprendió. Más bien le confirmó la hora, pues con el sol durante el día, las estrellas y la luna durante las noches, él siempre sabía en qué hora del día se encontraba viviendo. Por esa razón, en esa madrugada al observar el cielo, comprendió cómo ciertamente aún era muy temprano y felizmente le quedaba un amplio margen de tiempo para llegar tranquilamente al establo antes de su padre.

En la plaza Place Concorde, Paris,Francia
En la plaza           Place Concorde, Paris,Francia

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