Y al paso de los años, éstos se convirtieron en toda una vida
Había muchas tareas y una serie de eventos más que llenaban esos días de su infancia, todos ellos revestidos con ese colorido particular que solo lograr impartir la novedad inocente de la niñez.
Sin embargo, esos tiempos tan especiales, antes de la madruga se mantendrían como su recuerdo favorito y más atesorado. Quedarían en lo más hondo de su alma, como los momentos más felices de su vida.
Ahora, tantos años y tanta vida después, diariamente a esa hora tan tranquila, él rezaba por su padre y su madre, quienes perdió poco después de cumplidos los escasos diez años de edad.