Lo que no pasa en un año, pasa en un rato, entre todo ello… la vida
“Oiga Apito, con ese asunto de crecer, vea, ya no me siento niño, ¿y pa cuando es eso, pues?
De regreso del trabajo Salento, Quindío, Colombia
“Esa vaina ya viene pa muy pronto mijo, muy pronto, ya verá, No por mucho madrugar, le amanece más temprano, mijo. Mire, Usté tranquilo. Si las vacas aprendieron a dar la leche solas, igual un día Usté solo aprenderá a levantarse a tiempo de recibirla y no tenerlas esperando, pues. Acuérdese mijo lo que no pasa en un año, de pronto en un ratico ya pasó. Hasta la vida misma, es así, en un ratico … ya pasó”.
En el gallinero mantenían siempre alrededor de unas quince gallinas ponedoras, un gallo medio viejo, pero todavía muy alborotado y un par de gallitos que se querían alborotar, pero el gallo aún encontraba como dejarlos quietos. Además, una buena cantidad variable de pollitos, a veces más y en veces menos, de acuerdo a la ocasión.