Con el paso de los años, fue perdiendo sus recuerdos, todos menos uno,… el de su primer amor
Paseo de la Reforma Chapultepec, Cdmex, Mexico
El descanso para el café se deba después de ordeñar a Lencha, seguida por la Eugenia y por último a la María Camila. Esta última vaca, la más joven de todas, era la hija de Lencha.
Magnífico le dio su segundo nombre dos años antes. Pensaba o quizá soñaba, con una amiguita de su escuela, quien vivía en la vereda más cercana a la finca. Camilita Restrepo era una linda nenita que le había encandilado por primera vez su corazón.
Al llegar a la edad en la que no regresaría a la escuela, pensaba en ella ocasionalmente y decidió agregarle el nombre a la joven vaca en recuerdo a sus sentimientos. Sus padres accedieron de buena gana, gozándose al chico, quien estaba pasando por su primer amor.