Desde niña, a raíz de la muerte de su mamá y por espacio de varios años, a la pequeña Dora la enviaban a la ciudad de San Gil y el pueblo de Barichara, ambos dentro del departamento de Santander, al norte del país.
En la plaza Barichara, Santander. Colombia
Durante los fines de semana y en los feriados también, alternaba entre los dos sitios. Sus abuelos paternos residían en el pueblo de Barichara, donde tenían una finca cafetera en las afueras del hermoso pueblo.
Su abuela materna vivía en San Gil. En el corazón mismo de la apacible ciudad.